1) ¿Por qué te dicen Cuchu?
En el club donde jugaba al básquet, Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque, el grupo era de chicos más grandes. Yo tendría 5 años y ellos 10 u 11. Me vieron parecido a Cuchuflito, un personaje de un dibujo animado, y me empezaron a llamar así. Después lo abreviaron porque el apodo era demasiado largo y me quedó Cuchu para toda la vida.
2) A los 15 años te compró Real Madrid, a los 16 fuiste campeón mundial juvenil. ¿Te costó llevar el peso de esas cosas?
Tengo claro que renuncié a muchas cosas, pero nunca tuve la sensación de estar pagando un costo. Mi vida no era la de cualquier adolescente, pero sí la de un chico que quería jugar al fútbol. Nunca me dio más felicidad salir en la tele, los diarios o las revistas que jugar al fútbol y disfrutar de los partidos. Esto último fue y sigue siendo lo fundamental.
3) ¿Se puede decir que naciste con una pelota?
Sí, pero de básquet. Mi familia jugaba al básquet y ese fue mi primer deporte. Hoy lo sigo a full: NBA, Liga italiana, Liga europea, Mundiales, Juegos Olímpicos. Disfruté mucho de los últimos años de nuestra Selección y me llena de orgullo que Ginóbili, Oberto, Nocioni, Scola y el resto sean argentinos y nos representen tan bien.
4) Llevás muchos años viviendo en el exterior. ¿Cuál es tu sensación?
El sello más profundo de vivir y jugar afuera es el compromiso y la responsabilidad que siento. Cuando salís del país y te dedicás a un deporte tan mirado te convertís en embajador de Argentina. Es así, aunque muchos no lo admitan. Fuera de tu frontera representás a tu club, a tu Selección, a tu gente, a los otros jugadores argentinos. Las oportunidades que disfrutamos hoy debemos mantenerlas vivas para que lleguen los más jóvenes. Eso se hace con buenos rendimientos y también con educación y respeto.
5) Como uno de los cuatro o cinco símbolos del "proceso Pekerman", ¿sentís algo especial?
Nunca cargué con una mochila, siempre tuve la sensación de que representaba al país y que había que hacerlo de determinada manera, independientemente de quién condujera los grupos. En el caso de José, el mensaje era muy claro: sus equipos y muchos de nosotros tuvimos el sello del buen comportamiento, el respeto y la buena educación. Fuera de eso es un orgullo haber sido parte de un proceso que le dio al país seis títulos mundiales.
6) ¿Se puede contar la sensación de jugar un Mundial?
Es la expresión más alta de nuestra profesión y estar ahí es coronar el sueño de muchos años. La máxima aspiración de un futbolista es representar al país y el Mundial es la frutilla del postre. No es fácil de describir, es muy vivencial, difícil de contar. Si mezclás los colores, el Himno, la gente que se esfuerza por viajar y apoyar, se produce algo muy fuerte a nivel piel que, sin dudas, es difícil de poner en palabras.
7) ¿Y cómo se trabajó la frustración de no jugarlo?
El fútbol es un deporte de conjunto en el que, salvo algunos pocos casos, es difícil determinar quién es mejor que otro. Un entrenador te quiere o no, un dirigente lo mismo. Y las decisiones de otros pueden ser determinantes para un jugador. La mayor frustración, pensando en lo que depende de uno mismo, es sentir que no diste todo. Si vos sabés que no tenías más para dar y que aún así no te llamaron, simplemente hay que aceptarlo, aunque cause dolor. Si en cambio sentís que te guardaste algo, tenés que revisar cómo estás haciendo las cosas. En 2002 me tocó quedarme afuera, tenía 21 años y no me llamaron. Tuve la suerte de estar en 2006 y lo disfruté, independientemente del dolor de la eliminación. En 2010 estoy convencido de que más no pude hacer para haber estado. Di todo y no me eligieron.
8) ¿Algún recuerdo puntual?
Cuando la frustración es grande, como nos pasó en 2006, es difícil que los recuerdos sean agradables. Lamentablemente suelo disfrutar poco las cosas lindas si comparo con cuánto sufro las feas. Jugué un Mundial, hice un gran gol contra Serbia y Montenegro pero el recuerdo más profundo es el penal que no pude convertir en la definición contra Alemania. Es difícil olvidarlo. Espero que el tiempo me permita recordar las cosas lindas de ese Mundial.
9) ¿Hincha de...?
Argentinos Juniors, por adopción. Hice el baby en el club Parque y muchos de los que en ese momento jugaban en la Primera habían salido de Parque. Ese sentido de pertenencia nos contagiaba y me hizo elegir Argentinos. Los veía jugar el domingo y durante la semana pasaban por el club a visitar a su gente. El magnetismo fue inevitable.
10) ¿Un club?
Agradezco cada paso por los clubes en los que estuve, pero siento que Inter es mi segunda casa. Llegué hace seis años, tengo cuatro más de contrato, serán 10, es mucho tiempo. Permanecer tanto en un club tan grande, en el que permanentemente llegan nuevos jugadores para reforzar el plantel y renovar las aspiraciones, es difícil de lograr.
11) ¿Un equipo rival?
Depende mucho de los momentos. Si pienso en los últimos años, el Milan de mis primeros tiempos en Italia era un conjunto muy fuerte, como Barcelona hoy. Y a nivel selección, Brasil es especial, prescindiendo de los jugadores que pongan en la cancha.
12) ¿Un jugador rival?
Admiré siempre a Kaká. El es brasileño, yo argentino; él estaba en Milan y yo en Inter, pero eso nunca anuló la admiración. Con el tiempo descubrí que él también valoraba mucho mi trabajo. Como jugador fue el mejor del mundo durante unos años y fuera de la cancha es admirable. Tuve la suerte de llevarlo a nuestra escuela de fútbol en Milán y se comportó de manera fenomenal. El amor y la pasión que siente por el fútbol los vi en poca gente.
13) ¿Te gustaría introducir algún cambio reglamentario?
La tecnología es positiva pero difícil de implementar. Hace tiempo que se habla, se piensa y discute al respecto y todavía no le encuentran la forma. Hay deportes que son exactos, el fútbol no. Quizá se pueda recurrir a una repetición para las jugadas de gol, para ver si la pelota entra o no. Personalmente coincido en que no es fácil y que puede resultar engorroso. Y muchos de los futbolistas pensamos igual. Faltas, penales, fueras de juego, manos... ¿Sabés lo que serían las discusiones si no se pusieran de acuerdo después de tres o cuatro repeticiones?
14) ¿Un jugador en tu puesto?
¡No tengo muy claro cuál es mi puesto! En Argentina me definen de una forma y en Italia de otra. Evolución o involución, el fútbol exige cada día menos puestos estáticos y definidos. Si pienso en algún volante central, quien siempre me marcó fue Fernando Redondo, sin dudas. Hoy hay volantes de todo tipo y quizá más que un jugador habría que hablar de características y no de puestos. De Redondo admiraba su personalidad, el respeto que imponía, la presencia. Su ascendencia sobre los compañeros y los rivales era infernal. También su técnica y su ubicación dentro de la cancha. Y cuando lo conocí admiré en detalle su profesionalidad. Le tocó convivir con muchas lesiones y siempre dio el máximo para recuperarse de la mejor manera.
15) ¿Un técnico?
Me cuesta, no puedo elegir uno, todos te dejan cosas buenas y malas. A medida que crecés cambiás algunas opiniones. De todos hay que sacar algo.
16) ¿Cómo te definirías vos?
Para mí soy un volante que puede cumplir varias funciones de acuerdo con lo que exija el partido. Si vamos empatando puedo llegar al gol. Pero si estamos en ventaja es muy raro que pise el área rival para ma